A algunas de estas personas les encanta trabajar desde casa y no pueden imaginar nada mejor que un día con su ordenador de trabajo, su manta y los pantalones de pijama. Sin embargo, otros muchos, extrañan las charlas informales con los compis de trabajo.
Esas conversaciones, aparentemente intrascendentes y, a veces, incómodas, son fundamentales para la felicidad y la productividad en el puesto de trabajo, así como para mantener en forma tus habilidades sociales.
Los salones, las cocinas, los comedores y las habitaciones se han convertido en zonas, a menudo colocadas al azar. Afortunadamente, existen formas fáciles y asequibles de hacer que las horas de trabajo en tu casa las sientas igual de acogedoras que en la oficina.
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